La posibilidad de facturar con clientes, implica un disparo de ventas exponencial, cada mes. Dependiendo del tipo de negocio, y en la habilidad para contactar prospectos de todas clases y nichos de mercado, se podrían llegar a facturar hasta cientos de miles, de acuerdo en la zona donde se esté moviendo.

Lamentablemente, a muchos emprendedores les da un poco de temor la formalidad, por los procesos de hacienda, cuando en realidad no es tan terrorífico como las personas afirman. Solo se necesita hacer bien las cosas, para que un negocio sea realmente productivo, con el ingreso de mucho dinero.

En la actualidad, se pueden acceder a varios programas para gestionar ingresos y egresos, y así, generar las facturas tanto para instituciones tributarias, como para aquellos clientes necesitados de las mismas, clientes que pueden llegar a comprar mucho producto, durante periodos mensuales y bimestrales. Entonces, es importante empezar a adoptar una cultura formal, y dejar la informalidad. Eso no significa dejarle de vender a personas de tianguis y negocios callejeros, puesto que representan prospectos muy atrayentes, para la distribución de toldos y sillas de lona, pero se recomienda diversificar y ampliar los mercados objetivos.

Lo primero, es la enumeración de facturas, con un orden para poder justificarlos a lo largo de un año fiscal. Esto es esencial para que las mismas no se pierdan entre todas las demás, generando un problema de organización. Todas deben ser coherentes con las fechas en las que se emitieron.

Si bien, su actividad de ventas es esencial, la cual no debe desproteger, la rutina de facturación es importante. Para evitar el error de no mandar una factura en una determinada fecha, y tener que andar dando explicaciones a los clientes que compren productos de lona y toldo, entonces es necesario establecer un día o un rango de horas en específico, para dedicarte a la facturación de tu empresa y clientes. Lo mejor es no tratar de hacer esto de forma aleatoria y caótica, ni tratar de hacerlo todos los días o cada que se te ocurra; lo mejor es establecer un horario o día para dicha actividad. Quién sabe, a lo mejor cuando te afiances en tu negocio de toldos y mesas botaneras, tengas la oportunidad para contratar a una persona, para que se encargue de esas actividades esenciales.

Si hay un eventual retraso en el pago de facturas, no hay necesidad de perder la cordialidad con los deudores. Eso se puede resolver con recordatorios cordiales o en su defecto, mediante beneficios por pagos anticipados, o incluso, una que otra multa por reincidir en morosidad con las facturas, pero siempre con educación y respeto.

La digitalización y automatización en procesos de facturación de toldos y mesas portafolio, debe ser ese paso a futuro para consolidar tus actividades de venta, y al mismo tiempo, para manejarse dentro de los márgenes del régimen fiscal.

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